Historia y origen
La dehesa es un tipo particular de paisaje, no muy común, donde destacan los bosques más o menos frondosos de encinas, alcornoques y otras especies del género “Quercus”.
El entorno del Valle de los Pedroches se caracteriza por no haber sido ampliamente manipulado por el ser humano, salvo la eliminación del matorral para favorecer el crecimiento de arboleda y pastos para mantenimiento y alimentación del ganado, manteniendo su esencia natural a lo largo de los siglos.
En la segunda mitad del siglo VI se creó una circunscripción territorial acorde con los intereses del Reino de Toledo. Los musulmanes, a su llegada a la península, denominaron al territorio del Valle de los Pedroches con el nombre: Fash Al Ballut, cuyo significado es “Valle o Llano de bellotas”.
Tradicionalmente, el Valle de los Pedroches se ha caracterizado por su ganado bovino y porcino. El manejo de las explotaciones ganaderas, alimentación y clima propician una leche de calidad excepcional, motivo por el cual surge la idea de fusionar en uno solo los mejores productos agroalimentarios de la comarca. Nace así el queso Al Ballut.
Propiedades de la bellota
Debido a la naturaleza del entorno del Valle de los Pedroches, la diversidad genética de la bellota es inmensa, muy superior a la de cualquier otro fruto seco. Esto repercute directamente en las cualidades físico-químicas y organolépticas de la bellota, debido a que no hay dos bellotas iguales.
Se caracterizan, generalmente, por contener altos niveles de hidratos de carbono, y un alto contenido en calcio, fósforo, potasio, ácidos grasos insaturados y ausencia total de gluten. Presentan taninos, responsables del amargor y la astringencia, lo que los convierte en alimentos con un gran poder antioxidante.
Elaboración
Durante los meses de Diciembre y Enero, se selecciona y recolecta cuidadosamente la bellota, para posteriormente pelarla, tostarla, triturarla y conservarla apropiadamente.
Debido a la estacionalidad de la bellota, se trata de un queso de temporada.
El día de elaboración del queso, la bellota se incorpora en la propia masa antes de su moldeo, asegurando que la bellota se integra completamente.
Con un conjunto de técnica y cuidado, cada queso es salado y volteado los días posteriores a su elaboración, comenzando la maduración durante la cual, en el interior de los quesos, ocurrirán una serie de procesos bioquímicos complejos, obteniéndose tras un mínimo de 60 días un queso con un aroma único, fruto de la convergencia entre el queso y la bellota.
Notas de cata
Elaborado con leche cruda de vaca y bellota del Valle de los Pedroches, con fermentos escogidos minuciosamente para potenciar el aroma del queso, manteniendo la complejidad de fermentos naturales procedentes de la leche cruda.
Se trata de un queso de pasta ciega, sin ojos, de intensidad aromática media-elevada, destacándose notas olfativas a nata y mantequilla. En boca, notas salinas y cítricas leves, predominando el aroma a mantequilla, dejando un retrogusto suave a frutos secos en general, a bellota en particular. De textura firme, poco granuloso y ligeramente cremoso.
Maridaje
Marida con vinos tintos jóvenes, cerveza artesanal, panes de centeno, carnes ibéricas a la brasa, jamón ibérico de bellota.
Formatos
Las piezas se presentan envueltos en papel orgánico 100 % vegetal, en formatos que varían su peso entre 500 y 600 gramos, debido al moldeo totalmente artesano.
Valoraciones
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